Te quiero, papa.

Y allí estaba yo, dándole la mano, mientras el tenia una guerra en su interior pero los dos sabíamos que bandos se enfrentaban, del mismo modo que ignorábamos el vencedor, la vida o la muerte. En ese momento era incapaz de decirle Te quiero, pues, creo yo que para mi seria como una despedida y yo no quería eso.


                                                                                                         Izzie Williams

                                                                                                                                       Izzie Williams.

Sin ti.

Y dicen que los ojos son el espejo del alma pues mienten, mis ojos no expresan nada si pudieran decir algo sería dolor, odio, desesperación,tristeza... pues vendí mi alma al diablo por unos años más de vida por estar a tú lado, te veía triste allí sentada en la silla del hospital sin pegar ojo deseando que mi cáncer desapareciera. Así que un día cuando te fuiste, hablé con él.
Me ofreció tan solo un año más pero eso me bastaba en comparación con no verte más y no poderme despedir.
Ilusa, tentada por aquel monstruo rojo, acepte.
Me puse guapa, fui a la floristería a pedir tus flores favoritas.
Me dirigí hacia nuestra humilde morada... Abrí la puerta, grité tu nombre no contestabas... subí las escaleras con entusiasmo, en busca de uno de tus besos y allí estabas en la bañera, tu pelo largo y rojizo se difuminaba con tu sangre. Todo lo que amaba estaba en esa superficie, flotando inerte, por tu brazo corría la sangre hasta llegar a la foto que sujetabas, nuestra foto del viaje a París que felices estábamos, estabas preciosa, yo con aquel pañuelo, estragos de la quimio.
Tú te pudiste despedir de mí, idiota, yo no. No es justo, ahora tengo que vagar por esta vida gris, sin ti. Sufrir pues no podía morir hasta dentro de un año.


Izzie Williams.